Kanye West comienza ‘Power’
con la línea lírica - “I’m living in the 21st century, doing something mean to
it, doing it better than anybody you ever seen do it”. Es la personalidad pública de Kanye West hecha música, una
canción que suena a ajuste de cuentas, que dispara directamente a todos sus
críticos. Aún así, cuando la canción parece terminar, West se despoja de la
egomanía y admite que la muerte parece confortable - ”it would be a beautiful
death, dropping out the window”. No es ninguna sorpresa que Kanye use aquí a un
encantador coro como fondo puesto que hizo lo mismo con ‘Jesus Walks’.
Un vínculo entre los problemas de la Tierra y la salvación.
Los problemas entre el
ego y las inseguridades residen en su música - ‘Trough The Wire’,
‘Stronger’ o ‘Runaway’. Presumir siempre ha
sido el verbo favorito de los MCs, y mientras que Kanye se harta a
hacerlo, no tiene miedo a desprenderse de su propia piel. West nunca creó
un alter ego para subir a un escenario, él siempre le dijo a la audiencia y a
los críticos quien era realmente. Incluso en su más torturador álbum ‘808s
& Heartbreak’, entre unas vocales infectadas de auto-tune, West
revelaba un perfil que muchísimos raperos, e incluso cantantes, jamás se han
atrevido a mostrar.
Pero lo que realmente
establece a West por encima de los demás artistas es su oído para la música y
el sonido. Kanye West es el maestro de la producción en el hip hop más
vanguardista. ¿A quién más se le podría haber ocurrido usar ‘Diamonds
Are Forever’ como estribillo? ‘We Major’ contiene la
mejor lírica de West, ‘All Of The Lights’ es un maravilloso
collage de sonidos (herramientas, latidos muy raros y más de 20 vocalistas), la colaboración de Bon
Iver en ‘Lost In The World’, estupefaciente,
del duro, el piano de ‘Runaway’ (probablemente,
la mejor canción de Kanye West) te arrastra a través de su ‘oscura fantasía’
donde los capullos merecen brindis.
Durante la última década,
West ha definido constantemente como ha de sonar un buen tema. Su último
trabajo, ‘My Beautiful Dark Twisted Fantasy’ ha sido nombrado
como el Pet Sounds del hip-hop por su alcance, visión y sonido. Su
personalidad, a veces, puede ser insufrible (esto va por ti, Taylor Swift),
pero Kanye es un auténtico visionario.
West, hambriento de
ambición, nos ha ofrecido un álbum estrella junto a Jay-Z, ‘Watch The
Throne’, nos ha ofrecido no una, sino dos colecciones prêt-à-porter en
París y además, nos ha ofrecido la oportunidad de consumir drogas visuales con
el vídeo para ‘Ni**as In Paris’. Podemos considerar a West
como el maestro de ceremonias del ‘emo-rap’ que influencia a su particular
protegido Kid Cudi. Tisci, tu y Givenchy también.
Como ya West dijo en una
ocasión: ``Ningún hombre debería tener todo este poder´´.